
Hombres que cuidan y paternidades corresponsables
El día 19 de marzo celebramos en España el “Día del padre”. Desde el movimiento de hombres por la igualdad, añadimos a esta conmemoración el calificativo de “igualitario”. Lo hacemos porque queremos señalar y reivindicar un modo de ser padre distinto al que ha sustentado el patriarcado tradicional; ausente de la crianza y presente en la imposición del poder.
Instamos, por tanto, al ejercicio de una paternidad comprometida, cuidadora, afectiva, implicada y presente. Y no solo de la paternidad sino también a la plena incorporación de los hombres en los cuidados en general: los cuidados de personas dependientes, a los cuidados en las relaciones afectivas de pareja o amistad y también a los cuidados profesionales.
Los cuidados tienen un profundo poder transformador para los hombres porque cuidar es vincularse afectivamente, cuidar es escuchar las necesidades ajenas, cuidar es abrirse emocionalmente y cuidar es también cuidarse a uno mismo. Pero los cuidados son sobre todo el motor de la corresponsabilidad, del reparto equitativo de las tareas, de la renuncia a los privilegios masculinos que el patriarcado nos otorga y, en definitiva, de la consecución de un mundo con iguales oportunidades para mujeres y hombres y libre de las violencias machistas.
Sin duda es progresivo el proceso de cambio en los hombres hacia una mayor participación en los cuidados y en la crianza, pero también damos pasos atrás cuando caemos en la autocomplacencia, la sobrevaloración y los privilegios. Esto ocurre cuando se hace un poco partiendo de casi cero, o cuando nos ocupamos principalmente de las tareas más visibles y gratificantes. La mirada ha de ser siempre, y sobre todo, atenta a lo que ellas, las mujeres, nos hacen ver. Y llamamos también la atención sobre los abusos de poder y violencias que se producen en nombre de la “igualdad” y del “derecho a cuidar”. Nos referimos a las gestaciones subrogadas y a muchas de las custodias compartidas impuestas. Estas crecen a un ritmo muy superior al ritmo de la corresponsabilidad.
Por otro lado, a pesar de que desde enero de 2021 ya los padres y las madres tienen las mismas 16 semanas de permiso por nacimiento y adopción, permanecen trampas legislativas que impiden que esos tiempos sean realmente igualitarios. Tal como reivindica la PPIINA, hay dos obstáculos principales que dificultan que los padres se responsabilicen plenamente de los cuidados en solitario, cuando así lo decida la pareja. Uno es la obligatoriedad de que el padre se tome tras el parto seis primeras semanas consecutivas de su permiso y el otro es la potestad que tiene la empresa de impedir tomarse el resto de las semanas de manera fraccionada. De tal manera, en el 75% de los casos el padre y la madre coinciden en casa las 16 semanas del permiso.
Desde AHIGE seguimos felicitándonos el 19 de marzo por los avances hacia la igualdad, a la vez que denunciando las muchas barreras que todavía quedan por remover para que
los cuidados sean, de manera profunda y generalizada, asumidos por los hombres.
19 de marzo de 2022.
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